
Con la llegada de la temporada de frío, fortalecer el sistema inmunológico de nuestros niños se convierte en una prioridad. En la escuela y la guardería, están expuestos a todo tipo de virus que ponen a prueba su salud. ¿Cómo protegerlos de forma natural?
En este artículo, comparto contigo 6 hábitos para fortalecer el sistema inmunológico de la familia, mientras descubro cómo el osito terapéutico Béké-Bobo puede convertirse en un verdadero aliado para su bienestar.
1. Dieta sana y equilibrada
Una dieta rica en vitaminas (C, D), minerales (zinc, hierro) y probióticos es esencial para apoyar el sistema inmunológico de los niños.
A continuación se muestra una lista de alimentos campeones que entran en estas categorías:
Vitamina C: Las frutas y verduras ricas en vitamina C incluyen las frutas cítricas (naranjas, limones, pomelos), las fresas, los pimientos, los kiwis y el brócoli.
Vitamina D: Los pescados grasos como el salmón, la caballa y las sardinas son excelentes fuentes de vitamina D. Los huevos y los productos lácteos fortificados con vitamina D también son buenas fuentes.
Zinc: Las semillas de calabaza, la carne de res y las legumbres como los garbanzos son buenos alimentos ricos en zinc.
Hierro: Las legumbres (lentejas, frijoles), las espinacas y las carnes rojas aportan mucho hierro. El hierro de origen animal se absorbe mejor que el hierro de origen vegetal.
Probióticos: Los alimentos fermentados son fuentes de probióticos. ¡El yogur, el kéfir, el chucrut sin pasteurizar, el kimchi y el miso se encuentran entre las mejores fuentes!
Consejo de mamá:
Haga que la hora de la comida sea más divertida con cortadores de galletas con formas de animales o de corazón, e involucre a sus hijos en la preparación de sus platos. ¡Serán más propensos a comer alimentos saludables con placer!
2. Hidratación adecuada
La hidratación es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Cada niño tiene necesidades de agua específicas dependiendo de su edad. Por lo tanto, es importante asegurarse de que beban suficiente agua a lo largo del día.
Banda | Ingesta total de agua recomendada (por día) |
Bebés (de 0 a 6 meses) | 100 – 190 ml de leche materna por kg de peso corporal |
Bebés (de 6 a 12 meses) | 0,8 – 1,0 litros |
Niños (de 1 a 2 años) | 1,1 – 1,2 litros |
Niños (de 2 a 3 años) | 1,3 litros |
Niños (de 4 a 8 años) | 1,6 litros |
Niños (de 9 a 13 años) | 2,1 litros |
Niñas (de 9 a 13 años) | 1,9 litros |
Hombres adultos (mayores de 14 años) | 2,5 litros |
Mujeres adultas (mayores de 14 años) | 2,0 litros |
Consejo de mamá:
Añade trozos de fruta al agua para hacerla más apetecible. También puedes añadir líneas de marcador o pegatinas para motivar al niño a beber hasta el siguiente paso. Deje que su hijo elija su botella favorita y déle ejemplo bebiendo agua regularmente. ¡Un pequeño gesto que hace una gran diferencia!
3. Sueño de calidad
El sueño juega un papel crucial en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Durante la noche, el cuerpo se regenera y produce células que ayudan a combatir las infecciones. Por tanto, un buen sueño contribuye a que los niños se mantengan en buena forma y resistan mejor a los virus.
Cómo puede ayudar Béké-Bobo:
El osito terapéutico Béké-Bobo es perfecto para acompañar a los niños en su rutina a la hora de dormir. Con una calidez relajante en solo 30 segundos en el microondas y un peso reconfortante, ayuda a los niños a relajarse y dormir mejor.
Aproveche este período de 30 segundos para que su hijo respire profundamente. Simplemente levante los brazos cuando inhale y bájelos cuando exhale. Pronto creará su propia rutina calentando su osito de peluche y haciendo su sesión de respiración.
4. Actividad física
La actividad física regular es una excelente manera de fortalecer el sistema inmunológico de los niños. Estimula la circulación sanguínea, promueve el funcionamiento adecuado de los órganos y ayuda al cuerpo a combatir mejor las infecciones.
Sugerencias de actividades sencillas:
No es necesario un programa complejo: un paseo, un paseo en bicicleta o algunos juegos de pelota en familia son suficientes para que los niños se muevan. Salir a jugar al aire libre también les permite exponerse a un elemento clave para fortalecer su inmunidad: ¡el sol!
5. Reducir el estrés
El estrés, incluso en los niños, puede debilitar su sistema inmunológico, haciéndolos más vulnerables a las infecciones. De hecho, el estrés prolongado aumenta la producción de cortisol, una hormona que puede limitar la capacidad del cuerpo para combatir los virus.
Cómo puede ayudar el oso terapéutico:
El oso Béké-Bobo es una herramienta valiosa para ayudar a los niños a gestionar su estrés. Su textura reconfortante y su calidez relajante pueden calmarlos en momentos de tensión, brindándoles un momento de confort. Para obtener más información sobre cómo manejar las emociones y el estrés en los niños, consulte nuestro artículo “ Cómo apoyar a su hijo en el manejo de sus emociones ”.
6. Tenga una buena higiene
Una buena higiene es esencial para proteger a los niños de las infecciones. Lavarse las manos con regularidad, especialmente antes de las comidas y después de jugar al aire libre, es una forma sencilla pero eficaz de limitar la propagación de gérmenes.
Consejos para los padres:
Haga que el lavado de manos sea parte de su rutina diaria mostrándoles cómo hacerlo correctamente al entrar a la casa. Tenga siempre pañuelos a mano para que puedan sonarse la nariz fácilmente. Recuerde lavar periódicamente los juguetes y edredones, ya que también pueden contener gérmenes.
Cuidar el sistema inmunológico de nuestros hijos implica pequeñas acciones diarias que, al realizarlas en conjunto, hacen toda la diferencia. Al promover una dieta equilibrada, un buen sueño, juegos activos y establecer buenos hábitos de higiene, ayuda a sus hijos a mantenerse saludables durante todo el año. Recuerda, cada familia tiene sus propios trucos y lo importante es encontrar lo que funciona para ti.
6 hábitos para fortalecer el sistema inmunológico familiar